¿ Correr al aire libre o en una cinta en el gimnasio ?

¿ Correr al aire libre o en una cinta en el gimnasio ?

Para aquellos que hicieron el propósito de Año Nuevo de hacer un poco más de ejercicio físico, correr al aire libre es la opción más obvia y popular. Ante ello nos preguntamos:

correr al aire libre

¿Es mejor correr al aire libre, contra viento y marea, o ir al gimnasio local a correr en la cinta mientras contemplamos nuestro reflejo en ese gran espejo?

Vamos a analizar una serie de argumentos para intentar dar respuesta a tal interrogante.

 

Energía

Las personas que defienden que es mejor correr al aire libre lo justifican diciendo que se consume más energía. La principal razón de esto es la resistencia que pone el viento. Sin embargo, los fanáticos del gimnasio dicen que esto no es necesariamente verdad. En un estudio llevado a cabo por la Universidad de Exeter (Reino Unido), el profesor Andrew Jones  midió el consumo energético de  nueve corredores masculinos mientras corrían a lo largo de una carretera. Posteriormente, les hizo correr a la misma velocidad en la cinta, pero variando la inclinación de la misma. La conclusión fue que el esfuerzo extra que hacían al correr al aire libre, por la resistencia del viento, podría compensarse en el gimnasio ajustando la inclinación de la cinta a un 1% de gradiente.

Velocidad

Es importante saber que cuando corremos en la cinta tendemos a sobrestimar el ritmo que llevamos. En un estudio se pidió a un grupo de voluntarios que corriesen  al aire libre y luego en una cita. Se encontró que cuando la gente corría en la cinta lo hacían significativamente más lento. Sin embargo, creían que lo estaban haciendo a la misma velocidad. Los científicos sugirieron que esto se debía a que cuando corremos al aire libre no tenemos las mismas referencias o señales visuales que cuando lo hacemos en la cinta. Es decir, nuestro cerebro percibe el esfuerzo, la velocidad o distancia recorrida de forma diferente.

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Citando explícitamente lo que los científicos dijeron: “La errónea o equívoca percepción de la velocidad cuando corremos en la cinta se debe probablemente a una distorsión de las señales visuales normales que recibimos del exterior, resultado de una discrepancia entre el flujo óptico observado y el esperado”.

Sea cual sea la causa, parece que cuando corremos al aire libre inconscientemente nos esforzamos más.

Seguridad

En la cinta, como un hámster en su rueda, hacemos lo mismo una y otra vez. Por cada milla recorrida, nuestros pies golpean el suelo aproximadamente 1000 veces. Repitiendo continuamente este movimiento, aumenta considerablemente el riesgo de daño en la articulación o ligamento. Así que si corremos con frecuencia en la cinta, es importante ir variando la velocidad e inclinación, para que nuestro movimiento o postura no sean siempre los mismos.

Al correr al aire libre, inevitablemente va a haber más variedad en los movimientos. Cada paso será diferente con respecto al anterior, simplemente porque corremos en una superficie con variaciones de nivel. Diversas investigaciones sugieren que este continúo desafío no solo fortalece los ligamentos y activa una gran variedad de músculos, sino que también proporciona un gran sentido de equilibrio.

No obstante, si tenemos una lesión la cinta va a ser siempre más cómoda que la dureza del pavimento.

 

Bienestar

Otra gran ventaja de correr al aire libre es que nos pone en contacto con la naturaleza.

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Investigaciones de científicos de la Universidad de Exeter encontraron ventajas al realizarlo en ambientes naturales. El ejercicio realizado en espacios verdes, estaba asociado a un mayor bienestar físico y psíquico. También a un aumento de la energía y una disminución de la tensión, confusión, mal humor y depresión.

La gente que corría al aire libre decía disfrutarlo mucho. Lo encontraban tan satisfactorio que le entraban ganas de hacerlo otra vez (que luego repitiesen o no es otro problema).

 

Conclusión

Tras estos argumentos, podemos ver que correr al aire libre tiene grandes ventajas. Por ejemplo, el hecho de ser más variado y menos rutinario. Sin embargo, el mejor consejo, especialmente para corredores principiantes, es escoger el modo con el que se disfrute más y que  permita ser más constantes. Si la opción escogida es la cinta en el gimnasio, no podemos olvidar la importancia de variar la velocidad y la inclinación.

 

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